
Llevo años queriendo escribir sobre la universidad pero necesitaba corroborar mis suposiciones y pensamientos, y creo que ya ha llegado el momento, en esta primera parte quiero escribir un poco sobre como llegue a la misma, y como mi pensamiento ha ido evolucionando.
Lllegué con 18 años sin saber estudiar y sin ganas de estudiar pero con muchas y grandes intenciones (años mas tarde me percate de que con sólo intenciones en este mundo no se hace para nada, jejeje), me metí en Ingeniería por las posibilidades de diversificación que tiene la carrera y por que desde siempre me han interesado los mecanismos, pero mi mente pedía libertad, diversificación y pensar sobre la vida, empecé estudiando Ingeniera Superior en Elche (lo de superior en aquella época era algo que me atraía, como a casi cualquier niño de 18 años), deambulaba un poco por los cursos sin rumbo fijo a la par que algunos de mis compañeros, otros muy aplicados conseguían pasar los cursos, y otros tantos los dejé de ver al poco tiempo por que se habían marchado de la carrera.
Como comentaba no tenía ni idea de estudiar, no sabía prestar atención en clase, y menos aún sacar la información necesaria de los apuntes sean míos o de otros, decidí de manera un poco inconsciente perder mi arma principal que me había ayudado a salvar los cursos hasta primero de carrera, mi arma era, apuntar exactamente a lo que iba a preguntar el profesor, estudiármelo de carrerilla sin entender nada, y salvar el examen, supongo que quería aprender algo por una vez en la vida, así que me "tiré" a la piscina y empecé a recibir "guantazos" (académicamente hablando) que no había recibido nunca, por que claro, sin saber estudiar, y sin saber prestar atención en clase difícilmente uno puede aprender nada, a esto se sumaba mis inquietudes personales, relacionadas con la vida y la diversificación de la misma, mis pensamientos que me negaba a abandonar etc etc...
Inevitablemente me encontraba sólo con mi "problema", y no era el único que lo tenía, mientras algunos se sacaban la carrera a golpe de ilusión y con ciertas actitudes al entendimiento ingenieril, otros se la sacaban a golpe de estudiar lo que caía en el examen y otros simplemente se copiaban, otros se la dejaban y quedaba un reducto de personas que íbamos a trancas y barrancas aprobando de vez en cuando y aprendiendo ahogádamente conocimientos, por un lado queríamos aprender y cogíamos los libros con ilusión, por otro lado sabiamos que por mucho que aprendiéramos, lo único que importaba era lo que caía en el examen, además personalmente tenía mis inquietudes personales, todo esto daba como resultado "el fracaso" académico.
Sin duda alguna todas las culpas me las echaba a mi mismo (y con razón), el hecho de atender poco en clase y las dificultades que tenía en concentrarme además de no dirigir todos mis esfuerzos en una única dirección pues hacia que todo lo que me pasara fuera matemáticamente correcto, evidentemente si iba aprobando unas cuantas al año y todas o casi las estudiaba, quizás muy en profundidad no, pero bueno algo se hacía por aprender algo, aunque siempre tenía un poco la mosca detrás de la oreja, siempre que me encontraba algo novedoso en los exámenes me decía que tenía que estar más atento, que no es posible que no lo hubiera dado en clase... ejem..
Tras algunos años más decidí cambiarme de carrera y pasarme a la Ingeniería Técnica, ya que se me estaban alargando excesivamente los estudios universitarios, y empezaba a dudar seriamente que se aprendiera mucho más o más en profundidad en la Superior que en la Técnica, así que me cambié y convalidé todo lo que tenía que convalidar, en la técnica mi actitud cambió, empecé a atender mucho más inquisitivamente en clase, y a estudiar, siempre he tenido la morriña de aprender una asignatura de verdad, es decir te pones a estudiar y los conocimientos que vas adquiriendo te van llevando a aprender unas cosas u otras sin pensar en nada más que en aprender, cosa que en la universidad no es muy recomendable pues al final para bien o para mal lo que importa es lo que ha dado el profesor y en muchos casos hasta en como lo ha dado, por mi bien, admitámoslo se viene a aprender no sobre una temática determinada si no sobre unos temas muy determinados de una temática determinada.. una vez lo admites ya sólo queda ir a clase, atender, estudiar y aprobar.
Una vez uno empieza a atender en clase, a preguntar a los profesores, a ver sus ejercicios, a estudiar debidamente, se empieza a dar cuenta de la GRAN MENTIRA que es la UNIVERSIDAD, los profesores no saben tanto como deberían, sus apuntes estan llenos de gazapos, su intención de enseñar en la mayoría de los casos deja mucho que desear, y lo que es peor y demuestra esto último, lo que realmente me duele es que la misión de la universidad no es crear Ingenieros, no es dotar de conocimientos a personas, no es enseñar, la labor de la mayoría de los profesores se basa en FILTRAR a sus alumnos, dificultando el aprendizaje.
Que exista un éxodo masivo de estudiantes Universitarios españoles a Universidades Europeas con la sóla intención de sacarse asignaturas no es más que la demostración de que esto es cierto.
Habrá próximas entregas de "La Universidad Española: Una gran mentira"
Veo con alegría este artículo en el que pones lo que yo he visto en la universidad con bastante detalle. ¿No me habrás leido la mente verdad?
ResponderEliminarDetalle serán las partes 2, 3, 4 y 5
ResponderEliminarSaludos.
José Enrique.
la gran mentira es la universidad española,dominada por el corporativismo de su profesorado, sin preparación para la enseñanza, sin por su alumnado... sin dedicación exclusiva y dedicada a multitud de tareas que le aseguran ingresos que pueden llegar a ser... el único fin que persiguen.
ResponderEliminar¿Dónde está el movimiento estudiantil universitario ? Sin él la universidad está perdida