Por eso cada mañana, cuando me despierto y veo la pata de mi nuevo escritorio, sonrrio.
Esta hecha de diferentes piezas que me encontré en la casa y el edificio en el que vivo en Palermo.
La base de la pata era la capucha de una lámpara, y tras subirme encima yo y después el vecino saltando, decidí que era lo suficientemente rigida para su nuevo uso. El travesaño vertical le sobraba a un vecino que estaba haciendo obras y el horizontal estaba por casa.
Unas cuantas piezas de tornilleria y uniones y listo!!
La lámpara roja la compré por un euro, la arregle, la repinté y le puse unas cuerdas. Comprar cosas de segunda, tercera o quinta mano y darles de nuevo utilidad, tambien me encanta.
Es posible que esta lámpara sea la aportación que haga a la casa donde vivo, aquí en Palermo, que está llena de lámparas hechas por las diferentes personas que vivieron aquí, y que han ido dejando.
No solo lámparas, más cosas han ido dejando, muebles pintados, cuadros, poster, collages, cartas, libros, dibujos en paredes, vidreos pintados,pegatinas...
Todo esto hace que me sienta muy agusto en esta casa, y que me sienta libre para hacer mis propias aportaciones.
A continuacion fotos de algunas de estas aportaciones:
http://picasaweb.google.es/maria.javaloyes/FotosObjetos
y una de la pata de mi mesa:
No hay comentarios:
Publicar un comentario