Y es que para mi la mentira es un antónimo de la libertad, normalmente cuando uno miente, antes que mentir al otro se está mintiendo a uno mismo eso es de todos conocidos (y quien no lo entienda que pregunte), no puedo con ella, no me gustan ni las mentiras, ni las medias mentiras, ni las mentiras piadosas, ni las mentirijillas, ni las mentiras por el bien del otro.... pero es que hay otro tipo de mentiras que también detesto quizás más que estas... son las mentiras que imploran la falta de verdad o la ausencia de palabra, es decir cuando sin mentir no se dice la verdad, de hecho no se dice nada, no se dice lo que uno piensa, dejando al otro que se imagine su propia mentira, que suponga algo, algo que tu sabes que no es cierto pero le dejas imaginarlo limpiando tu propia conciencia.
Cuando uno miente y además no se lo admite a si mismo, es decir que encima busca cualquier argumento para limpiar su maltrecha conciencia, me jode mas aún, por que entonces juntamos que la persona es mentirosa y no sólo no respeta a los demás i no que encima no se respeta a si misma... buajj!!!
Es tal mi asco a las mentiras que de hecho no es necesario que me mientan para molestarme, simplemente con que yo lo crea (tengo la suerte de no ser un paranoico) ya me molesta, con que yo sospeche que alguien me miente o miente ya tengo ciertas moléstias en mi interior, ¿por que? no hay nada mejor en esta vida que poder confiar en la gente, ver personas transparentes que se muestran tal cual son, tanto para lo bueno como para lo malo, personas que no despiertan ni un ligero atisbo de sospecha, que son lo que ves.... bien pues cuando sospechas, por tonta que sea la sospecha es que has ido acumulando en tu interior datos (de manera consciente o inconsciente) sobre la persona X que te hacen dudar de cuan transparente es, no me gusta tener gente a mi lado que de alguna manera por más tiempo que pasen a mi lado, nunca logro conocer (resultado de no mostrarse tal como uno es).
Supongo que el único modo que existe para no mentir a los demás es ante todo no mentirse a uno mismo, afrontar la realidad, las sensaciones, los deseos y los sentimientos de una manera sincera, directa, de frente asumiendo las consecuencias, consecuencias inevitables que harán que no empeore la situación de la que con la mentira deseabas escapar.
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