Es curioso, el otro día me encontré con una amiga que hacía tiempo que no veía, se va a ir a Venezuela en breve, y quedé con ella para saber un poco de su vida, fue realmente interesante e inquietante ver que ella si sabía de mi vida, mucho más que yo de la suya, y es que es lo que tiene tener un blog y haber informado de vez en cuando a tus amigos de tus andanzas por Palermo y otras vivencias.
Ella como tantas otras personas ni siquiera se plantea dejar un comentario en ningún lugar que visita, y yo me pregunto ¿Por qué?
Creo que el ser humano cuando tiene lo que desea se apalanca y su esfuerzo por el de enfrente se reduce haciendo caso de manera total a la gran ley física del mínimo esfuerzo.
De esta manera cuando leemos algo satisfacemos nuestros requerimientos de información, y una vez obtenido el premio no pensamos en de donde ha salido, ni a quien le ha costado tiempo el facilitarnos dicha información, saciados nos desentendemos y vamos a saciarnos a otro lugar.
No se si habéis oído hablar, o si sois del pensamiento de… “no tratar perfectamente bien a vuestros seres queridos (suele referirse a la pareja) para que no se acostumbren”, es nuestro deseo conseguir a través de estas artimañas tener latente a nuestro lado a nuestra pareja de manera un tanto forzada… una verdadera pena que haya gente que no crea en el amor, y lo sustituyan por satisfacción.
Pienso que sería muy importante para el ser humano dar un paso definitivo evolutivamente hablando y enaltecer nuestra empatía hasta límites insospechados anulando el “YO y MIS NECESIDADES” que todos llevamos dentro, pero ¡ojo! hay que estar atentos, que la anulación de nuestro “yo” no vaya en beneficio de otro “yo” si así fuera habríamos caído en una secta y no es eso lo que se pretende, puede ir en beneficio de TODOS o del planeta en general que eso si es lo que se pretende ;-).
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