Es curioso la necesidad que tenemos los unos de los otros de comprendernos, de sentirnos entendidos, de poder comunicarnos con cierto entendimiento por parte del de enfrente, en ocasiones decidimos callar nuestras quejas de este mundo por que damos por hecho que el de enfrente no nos va a comprender, ¿y eso es bueno o malo?.
Callarse yo pienso que siempre es malo, pero es realmente complicado enfrentarse dia a dia a una continua lucha por hacernos entender, que cálido es encontrarse con alguien que sin darnos la razón intenta comprendernos, y que frustrante es encontrarse con puertas cerradas de personas que han perdido gran parte de su esperanza y de su fé y suelen contestar con cierto desdén "las cosas son así y no se pueden cambiar" en mi opinión gente parcialmente amargada, no creo que sea importante el que nos preocupemos por si la gente es de una u otra manera, creo que lo realmente importante es cultivarnos a nosotros mismos y no tratar a los demás como no nos gusta que nos traten, es algo tan fácil y a la vez complicado de conseguir, pero supongamos que lo conseguimos, conseguimos no amargar a nadie y apoyar las creencias y posibilidades de las personas de nuestro entorno ¿ahora que?.
De alguna manera aunque nosotros consigamos no estar amargados y no amargar, muy posiblemente sigamos estando rodeados de personas que se han sumido en la tristeza de su própia realidad y se ven encadenados a un modo de vida en el que no creen y posiblemente te quieran pegar su falta de libertad. ¿cómo estar por encima de eso? ¿podemos ayudarlos a ilusionarse? ¿para que no te contaminen conviene separarse?
Sin duda alguna huir nunca es la opción adecuada, la cosa no es fácil, hay quien es reacio y toma la decisión de ser pasivo, es decir pasar de la gente que intenta inculcarle ideas relacionadas con la sumisión a un sistema en el que no cree, a mi esto de ser pasivo me parece un camino "fácil" e improductivo por que si tu no defiendes tus ideas con energía y convencimiento poco a poco estoy convencido de que tus pensamientos mutan o se disuelven, la otra opción es luchar, luchar en el sentido dialéctico... pero claro, luchar no es fácil.
Para luchar por tus ideas hay que tener claras ciertas premisas muy importantes, la primera y posiblemente la más importante es que uno no está en poder de la verdad absoluta, también es importante tener en un grado alto claras nuestras própias ideas y hablar siempre con una mente abierta sobre la base de nuestras própias ideas, las cuales en gran medida como humanos que somos están directamente relacionadas con las bases instintivas del ser humano Amor, Salud, Protección, Libertad...
Existe un parámetro en este tipo de discusiones que es el parámetro emocional, no es lo mismo discutir con quien te ha dado la vida, que con tu jefe, que con un desconocido, que con una mujer de tetas grandes, un hombre desnudo, una anciana de aspecto débil, tu pareja, un niño de 5 años, un abuelo testarudo... siempre nos vemos totalmente condicionados y por tanto condicionadas nuestras ideas en referencia a con quien las discutamos, y es realmente complicado exponer nuestras ideas de la manera adecuada para cada tipo de persona con la que tratemos sin llegar a nublar el mensaje (para hacer eso hay que ser un fuera de serie), yo intento pero es complicado, utilizar una misma manera para todo el mundo, pienso que existe una manera en la que uno engloba cierto grado de asertividad, respeto, coherencia y muy importante objetivismo en la exposición de una idea, tolerable por la mayoría de los seres humanos, la búsqueda y encuentro de esta manera de decir las cosas creo que puede ser un pilar importante en la comunicación de nuestras própias ideas con el mundo exterior, posiblemente esta manera de exponer ideas sea muy parecida, por no decir igual a la que utilizo para escribir en este blog pero que no consigo verbalizar con las personas de mi entorno mal que me pese (de momento).
Quizás pudiera separse en dos partes la lucha por tus ideales, la parte de exposición, de alguna manera distante y objetiva, y luego la parte de la compresión de la idea expuesta, posiblemente más cercana y personalizada para con quien dialogues.
Saludos.
José Enrique.
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